Vuelvo a visitar la playa de mi propia crónica y han cambiado algunas piezas que la hacían poco atractiva; en cambio aparecieron nuevas: unas cuantas conchas por aquí, caracoles por allá y menos rocas.
Me encuentro caminando nuevamente al canto de la arena fina, el mismo estribillo una y otra vez; las olas acarician mis pies y poco a poco pareciera que camino dentro del mismo cielo.
La marea subió, me siento un poco mareada pero puedo soportarlo, después de todo su susurro me cobijó del retiro.
Parece que me he acostumbrado a aquella sensación y como si fuera nuevo, me dejo mecer por el oleaje, respirando tranquilamente, salpicando los cristales del océano, enjabonándome con la espuma del ponto.
El mar reclama e inhala las olas sin advertir.
La marea baja poco a poco, ola por ola.Ymis pies se van descubriendo, con arena empapada entre los dedos, sintiendo el aliento gélido de lo que el charco se llevó.
Miro el matiz entre el cielo y el mar y he vuelvo a recordar, -tu y yo no podemos ser agua y sal-.
Fuiste esa luz cálida que ilumino mi corazón cuando se había resignado a permanecer en un profundo abismo...
Cuando se había resignado a escuchar de otros las maravillas del amor... cuando todas la esperanzas empezaban a esfumarse como cenizas de un fuego extinto... cuando mis lagrimas ya no solo provenían de mi corazón sino también de mi alma... cuando todo lo creía perdido...
Apareciste tú.. Tan resplandeciente y perfecta como jamás lo había imaginado... apareciste tú... un dulce ángel para mi herido corazón.. tú que me muestras en tan solo una mirada y en tan solo un instante todo el amor que nadie me mostro en toda mi vida... me diste lo que yo siempre había esperado... lo que siempre había deseado... lo que había soñado... me diste amor...
Fuiste esa luz que hizo resplandecer mi corazón y mi alma... fueron tus dulces caricias las que apartaron con suavidad las lagrimas que derramaba en silencio mi corazón... son tus indescriptibles miradas las que alegran mi alma... es tu profundo amor lo que llena mi ser y me devuelve la vida...
Eres mi Luna blanca y pura... porque iluminas con paz mis noches de tristeza y dolor. Eres mi cálido y resplandeciente sol el que alegra cada instante de mi vida... eres tú mi único amor.. El que llena de paz mi corazón día con día...
...
Tu que me haces sonreír a cada instante y momento... tu que calmas la tempestad de mi corazón... tu mi dulce ángel...
... eres mi único amor...
y podría yo pasar mi vida entera... tratando de describir la inmensidad de tu belleza... y no habría vivido en vano...
¿Dime que mas podría yo desear si lo tengo todo a tu lado?...
tu eres el único aire que yo necesito respirar...
tu eres el calor que necesita mi piel...
tu eres el alimento que demanda mi cuerpo...
tu eres el amor que desea mi corazón...
Y solo a ti puedo escribirte todas estas cosas hermosas...
porque solo a ti te pertenece mi amor...
Apareces frente a mí y me pregunto cual de mis sentidos es golpeado más brutalmente. Quizá mis ojos por tu infinita belleza, o mi nariz por tu excitante y embriagante aroma. Tal vez son mis oídos, por tu dulce y tierna voz que es mejor que cualquier sonata inventada por seres humanos o angelicales y no puedo sacar nunca de mi cabeza. Probablemente son mis manos que tiemblan de alegría al verte, o de rabia si alguien se acerca a ti. O quizá sea mi boca que quisiera nunca apartarse de tu cuello.
Ni el verano es más cálido que tu amor, ni el invierno es más frio que tu piel.
Tampoco es mas dulce que tu el otoño, ni mas hermosa la primavera. Ni es el océano más profundo que tu mirada, ni el viento más necesario que tus labios. Ni es más blanca la nieve que lo que ocultas bajo tus ropas, ni es el oro más fino que tu cabello. Resplandeces mucho más que el Sol en mi corazón y la luna envidia la pureza de tu alma.
¿Qué flor podría ser mas bella que tu? ¿Y que ángel superaría tu divinidad? Tu, mi diosa… mi linda dulcinea. Y podría así, toda la noche, seguir comparándote con las “cosas mas bellas” del mundo, pero ninguna puede si quiera acercarse a lo que realmente eres.
Y no puedo evitar rogarte porque te quedes, de una u otra forma, siempre te vas… ¿Y a quien le entrego todo este amor? Te daría todo lo que pidieras si no te fueras nunca… Tengo que esperar… a que un día mas vuelva a comenzar…
Era como todo mortal, pensando en cualquier proceso de la vida que para mi tenia vital importancia. Iba yo caminando por la calle pensando y meditando en aquellas veces que se necesita estar solo, cuando ni tu chica puede darte lo que te hace falta.
Entonces lo vi. Iba corriendo desnudo por la calle ¡DIOS! Nadie miraba entonces pero el tan solo verlo me evocaba una profunda vergüenza.
No me pude contener, corríhacía el y lo atrapé, sabia que tenia que detenerlo, no podía dejar entonces que mi mente conservadora lo pasara por alto, desquite la ira que me hacia sentir diferente, después de golpearlo un buen rato sobre la acera, lo sometí, estaba ya casi inconsciente con la nariz rota y empapado en sangre.
Después corrí hacia mi casa ocultándolo cual niño que oculta lo que acaba de robar del supermercado, lo sedé con diversos medicamentosque encontré en mi baño y lo escondí bajo la alfombra.
Estaba invadido por una euforia animal y demoniaca.-Que excitante era aquello-me decía, mientras que la figura emitía algunos sonidos desde donde se encontraba, tuve que patearla una vez más con todo el falso dolor de mi corazón.
Aquellas contiguas noches fueron extrañas, puesto que me dediqué a dormir la mayor parte del tiempo, claro está, sin interrumpir aquella paliza que le propinaba cada determinado tiempo y las dosis de sedantes que le tenía que administrar para que no despertara, que casi siempre se encontraban regidas por rechinidos y pequeños golpes que escuchaba los cuales significaban que trataba de levantarse y aun así nunca lo pudo lograr debido a que ya tenia varios huesos rotos.
Así fue todo durante un largo tiempo, tenía que desquitarme con alguien así que no lo sentí en lo mas mínimo. Hasta que un día me desperté y me sentí pleno, por alguna razón las persianas se encontrabas deslizadas y tenía ante mi un bello amanecer que se podía contemplar perfectamente desde mi ventana. Mi paranoia me indicaba que aquello había deslizado las persianas mientras dormía, miré hacia la alfombra y seguía allí como si nunca se hubiera movido, como si nada hubiera abandonado esa monótona inercia que lo caracterizaba. Era un bello momento, así que decidí salir a pasear un rato, me desvestí y salí, me sentía ansioso y caminé durante un largo tiempo, esta vez llevaba un puñal por si algún loco trataba de atacarme mientras paseaba, pero no fue así, pues nadie me veía.
Mil coloreshas adquirido eninmensidad de formaste has convertido, variante, inestable, siempreadquiriendo nuevos atributos y buscando expandirte hacia nuevos horizontes, mi mente trata de evocarte y solo consigue apilar montones de figuras mentalesy destellos matizados,te he creado en mi mente un sin número de veces, siempre fugaz, por tal razón has ido desenvolviéndote de distintas manerascon cada inicio, ninguna vez asemeja a la próxima y los recuerdos venideros te moldean distinta a la que eras en el futuro,mil estrellashan formado tu silueta sin llegar a un común acuerdo y es que eres tan volátilque pasas de ser hielo a ser nube.
Mudas de piel a cada instante y buscas recubrirte en nuevas ideas,sosiégate estrella errante y abandona tu tortuoso camino,pero olvido que tus alas se truncan encerradaen unmapa preestablecido.
Arturo González
“Tocar sus manos, es alcanzar el cielo y tocar una nube”
Rubén Pelayo
Soledad
No conozco nada y nada me preocupa.
No veo diferencia entre sí y no.
No veo diferencia entre bien y mal.
No temo aquello que la gente teme de noche.
La gente está feliz como en una fiesta suntuosa
O jugando en el campo en primavera;
Pero yo permanezco tranquilo y vagabundeando,
Como un recién nacido antes de aprender a sonreir,
Solitario, sin hogar.
La gente tiene lo suficiente y para compartir,
Pero yo no poseo nada,
Y mi corazón es ignorante,
turbio y ensombrecido.
La gente está radiante y segura,
Mientras yo sigo ciego y confuso;
La gente es inteligente y sabia,
Mientras permanezco torpe e ignorante,
Sin objetivo, como una ola en la superficie del mar,
Sujeto a nada.
La gente está ocupada y con un propósito,
Mientras yo sigo impractico y tosco.
Estoy aparte del resto de la gente
Todavía sostenido por la naturaleza.”
Oikos, en griego, significa “Casa”. El hogar de todos.
Los inicios de Oikos, en realidad, tuvieron lugar desde hace más de un año, Cuando Ana Martha Becerra Sánchez, una de las fundadoras, nos invitó a Tania Najar (la otra fundadora), Nayeli Orellana y a mí =)
Fuimos a Poncitlán, enseñamos a niños de escasos recursos a cepillarse los dientes, para eso nos acompañó una dentista profesional. También convivimos con personas con algún tipo de “discapacidad” (no me gusta usar ese término).
Fue entonces que en la preparatoria (Anahuac Garibaldi) nos exigían un servicio social. Y Oikos nació.
Desde ir a repartir comida por las calles, algunas veces disfrazados para hacer reír (campaña “hoy te toca sonreír”). También visitar orfanatos, ayudarlos a restaurar sus jardines (MAMA AC).
Presentamos una mini obra: Alicia en el país de las maravillas, en el hospital civil, con los niños con cáncer, otros jugaron distintas cosas y bailaron también con las mamás de éstos. Además nos acompañaron los doctores de la risa la segunda vez para hacerlo más divertido!
Limpiamos parques, visitamos a los niños con paralisis cerebral: les dimos de comer, aseamos y fuimos a pasear con ellos a un parque cercano.
Nos enseñamos a hablar con señas, para comunicarnos con los sordomudos; fuimos al orfanato de niñas y les hicimos una fiesta.
Fuimos a una escuela a hacerle su posada a los pequeñines y recolectamos ropa de las colonias para hacer un bazar =3 regalamos juguetes y comida.
Siempre, en todo lugar, hemos escuchado "pobreza", "orfanatos", "enfermedad", "contaminación", "cancer"... Por supuesto.
Creo que lo más importante no es sólo escucharlas, yo aprendí, así como muchos, a sentirlas y claro que causa tristesa, frustración e impotencia, pero eso se desvanece, al recibir las gracias de todas aquellas personas, al ver una sonrisa, alguna rostro apenado, cuando la gente se nos une para cantar o al menos, nos proporciona las herramientas para servir de algo, SERVIR.
Ir con los niños con cancer fue muy crudo, no sé como expresarlo con palabras.
Ir al asilo, personalmente, me entristeció mucho, pero es necesario, con sólo escucharlos, ellos se sienten mejor y saber que esperan nuestro regreso es muy gratificante.
Ayudar directamente a una familia, fue darnos cuenta de que hay niños que no comen o que no duermen en una cama, que ven la violencia con sus propios ojos, con su propio cuerpo.
Al principio fuimos muchos, al final, terminamos siendo pocos y sinceramente, esos pocos, fuimos los que verdaderamente nos importaba servir y no solamente por obtener nuestro certificado a tiempo. Las personas que se quedaron atras, igual, no eran necesarias, tal vez sólo nos podían haber distraído. Aún así estamos agradecidos de la ayuda que nos proporcionaron. Y también a las personas que se nos unieron al final.
Quedamos los que queríamos y así "terminamos"...
... Porque creo yo... NO HA TERMINADO. Tal vez digan que al final sólo es por satisfacción propia, tal vez, pero no es todo. No somos sólo nosotros, hay muchas personas a nuestro alrededor y todos necesitamos de todos en algún momento de nuestras vidas. Nuestro campamento fue difícil pero divertido, gratificante e intenso. Fuimos pocos... los necesarios.
Gracias especialmente a Tania y Ana Martha, las iniciadoras, gracias, de verdad =) Son como las mamis de todos =D jaja!